1-1: NO MERECIÓ MAYOR PREMIO
Tras el descanso Nzonzi dio cohesión al principio, pero el equipo fue de más a menos y ni siquiera pudo apretar a Herrerín en el tramo final
Se iban al descanso los sevillistas con mucho premio, tal vez demasiado, pero con la convicción de que había que cambiar muchas cosas para llevarse el partido. Por lo pronto Sampaoli sacó a Nzonzi y Vietto por Montoya y Lenglet. Con el mediocentro francés en el campo el equipo lució más cohesionado y en los diez primeros minutos el dio la sensación de que podía engancharse al choque. Esos sin duda fueron los mejores momentos de un Sevilla que comenzó a trabarse conforme avanzó el reloj.
A veinte minutos del final, salió Iborra por Franco Vázquez, pero no cambió nada. El Sevilla quería, pero ni siquiera se acercaba. El empate resultó irremediable, porque el Leganés ganaba la mayoría de los lances y se jugaba casi a placer. Los de Sampaoli lo apostaron todo a varias jugadas a balón parado que ni se llegaron a rematar. El orden del Leganés y la poca precisión que exhibían los nervionenses hicieron imposible un choque donde ciertamente el Sevilla no mereció más de un punto.
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