El Sevilla no anduvo fino y acusó el esfuerzo del martes, pero se impuso tirando de amor propio a un Valencia que asedió hasta la última jugada
El Sevilla FC ha sacado adelante un partido complicado, donde a pesar de estar demasiado espeso para cuajar su fútbol supo imponerse y amarrar un triunfo que tiene su mérito, después del gran esfuerzo del martes ante la Juventus. La victoria, de hecho, fue sufrida hasta la última acción, sacando Sergio Rico una mano izquierda de oro para repeler un trallazo de Gayá que podía haber significado el empate. El cansancio, físico y mental, hizo mella en muchos de los hombres de Jorge Sampaoli, pero el equipo se sobrepuso tirando de orgullo y eficacia arriba, así como sabiendo resistir atrás cuando el Valencia se volcó en el tramo final.
No todas las victorias pueden ser lúcidas, pero victorias son victorias, que es lo que cuenta. Desde el comienzo se vislumbró que el Sevilla, con muy pocas novedades en el once con respecto al martes, no andaba sobrado. La apuesta de dominar la pelota y generar peligro se perdía por reiterados fallos en entregas y controles de los jugadores locales. El Valencia, por suerte, tampoco andaba fino, incapaz de aprovechar las excesivas concesiones que concedían los locales tratando de sacar la pelota jugada. Todo ello hizo que el fútbol brillara por su ausencia en frustrante primer acto.
En la primera parte el equipo estuvo muy espeso y las imprecisiones fueron constantes
Sampaoli reaccionó pronto. Quitó a Escudero y sacó a Kiyotake para generar superioridad en el centro del campo. El japonés no tardó en alegrar el ataque de los hispalenses y de hecho fue un pase suyo a Vitolo el que dio inicio a la jugada del primer gol, después de que Garay desviara a la red un centro del canario. El Sevilla sacaba petróleo de un partido verdaderamente gris, aunque el gol no lo reafirmó en un choque que seguía atragantándose en casi todos los lances, especialmente en la salida del balón.
La salida de Kiyotake dio más control y el triunfo acabó llegando más por orgullo que por fútbol
El choque apuntaba para empate, porque el Sevilla se mostraba incapaz de desarbolar el entramado visitante. La voluntad era lo único que le quedaba a un equipo que atacaba tirando de orgullo y tal vez por eso, por ese empuje fundamentado en carácter y raza, porque frescura no había, acabó llegando el golazo de Pareja, tras el bote de un saque de esquina. El argentino conectó un remate sensacional al palo izquierdo de Diego Alves y lanzó hacia el triunfo a los suyos, aunque aún hubo que sufrir.
El Valencia fue a por todas en la recta final. El Sevilla ni siquiera pudo aprovechar a la contra los espacios que dejaban los che, porque el cuerpo no le daba para más. Sin embargo, aguantó el tirón hasta el descuento, si bien todo se pudo haber ido al garete en la última jugada, cuando Gayá, prácticamente a quemarropa ajustició a Rico, salvando el canterano la victoria con una parada portentosa. De ganar, sin duda, había que ganar así, padeciendo hasta el final. Pero se ganó, que es lo importante, y a la victoria hay que darle suma importancia, teniendo en cuenta lo castigado que venía el equipo del choque ante la Juve. La de hoy era una de esas noches tontas que te cuestan un disgusto, por lo que la victoria no hace más que reflejar el enorme empaque del grupo de Sampaoli.
FICHA DEL ENCUENTRO
2. SEVILLA FC: Sergio Rico, Mercado, Nico Pareja, Rami, Kranevitter (Correa, minuto 71), N’ Zonzi, Pablo Sarabia, Escudero (Kiyotake, minuto 46), Vitolo, ‘Mudo’ Vázquez y Vietto (Ben Yedder, minuto 61).
1. VALENCIA CF: Diego Alves, Joao Cancelo, Garay, Abdennour (Munir, minuto 62), Mangala, Siqueira (Santi Mina, minuto 80), Mario Suárez (Gayá, minuto 80), Enzo Pérez, Dani Parejo, Rodrigo y Nani.
GOLES: 1-0, minuto 53: Garay, en propia meta. 1-1, minuto 65: Munir. 2-1, minuto 75: Nico Pareja.
ARBITRAJE: Del Cerro Grande, madrileño. Cartulina amarilla para Siqueira.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 13 de la Liga BBVA. Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, 31.901 espectadores.
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