En la reanudación, más de lo mismo. El choque era del Sevilla, que sin pisar el acelerador se ponía de gol casi por inercia. Franco Vázquez a media hora del final, justo antes de ser sustituido, hizo el cuarto con un zurdazo seco cruzado tras un buen cambio de juego de Mariano desviado por un defensor rojillo. Iba a ver más, aunque no al ritmo trepidante del primer periodo, si bien VItolo se puso a la altura de Stevan Jovetic y tras combinar con Ben Yedder fabricó una acción de lujo en la que tras percutir por la derecha y sentar a cuantos jugadores le salieron al paso, incluso a Sirigu, remató a placer para finiquitar la manita.
En la reanudación el equipo no renunció a una goleada que pudo haber sido mayor y que premió la neta superioridad nervionense
El partido acabó con ovaciones a los sustituidos y un sincero y sonoro reconocimiento de la grada a un equipo que supo darle brío al último choque liguero. El Sevilla pudo haber logrado incluso una renta mayor, aunque tampoco fue necesaria para que quedara claro su absoluta superioridad en el campo. No era fácil lograr competir con tantas revoluciones sin nada en juego y eso es lo verdaderamente destacable, la buena cara que exhibió un equipo que pese a tener el objetivo amarrado supo mentalizarse para lucir el alto nivel que ha mostrado durante gran parte de la campaña.
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