La eliminación ante el Parma supuso un nuevo intento fallido por superar una barrera de octavos que por aquel entonces parecía infranqueable
La eliminación en Parma, sin embargo, supuso un antes y un después, porque a raíz de la siguiente campaña todo cambió. En la 05/06, de vuelta a octavos de final tras superar al Lokomotiv de Moscú, la derrota por 1-0 en Lille en la ida, traía de vuelta a las mentes un desenlace fatal conforme a la tradición. Pero esta vez no. Y desde entonces siempre no.
Kanouté primero para igualar y Luis Fabiano para adelantar en el global sellaron una noche mágica en el Sánchez-Pizjuán. Jesús Navas, único superviviente actual de aquella plantilla, era expulsado en el minuto 71 -igualando a 10 jugadores con el Lille- y ponía los nervios a flor de piel en la grada. Pero nada más pasaría. La historia había empezado a cambiar. Barrera derribada y unos cuartos de final de UEFA Europa League a la vista, algo muy parecido, un peldaño por encima, a lo que lograse el conjunto hispalense la temporada pasada en Manchester con el acceso a los cuartos de la Liga de Campeones, que por fin dejó de resistirse.
Tras la decepción de Parma; Lille, Shakhtar, Betis, Villarreal y Basilea fueron superados en octavos de final de la UEFA y el Manchester United en Liga de Campeones
Lo que antes era un obstáculo insuperable ahora es un paso más en el camino. El Slavia de Praga es el próximo rival y podría ser el siguiente que el Sevilla lograse superar en esta ronda de octavos de final de la Europa League, como ya fueron sobrepasados, en las ediciones en las que campeonó, Lille, Shaktar Donetsk, Real Betis, Villarreal y Basilea. O lo que es lo mismo, cuando el Sevilla supera los octavos de la UEFA se proclama campeón. Aquel mal sueño de Parma, 15 años después, es ya una pequeña herida de una época de miedos y frustraciones felizmente superada.
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