El equipo turco cuenta con jugadores de recorrido en ligas de prestigio que se manejan con oficio en citas importantes
La ilusionante cita de Estambul enfrenta a dos equipos con una clara vocación ofensiva. El conjunto del también veterano técnico otomano, Abdullad Avci, natural de dicha ciudad turca y seleccionador de éxito en los escalafones inferiores y la absoluta, apuesta por un fútbol de ataque que quiere el balón, aun dejando huecos en defensa. El grupo de Berizzo -en su primer reto oficial-, por su parte, aúna mantener la iniciativa junto a una presión alta en campo ajeno. La clave, por tanto estará en quitarle el balón al contrario, ir en busca del área rival y, asimismo, mostrar una zaga sólida, evitando contras sorpresivas. El que mejor gestione la seguridad en defensa tendrá mucho ganado en esta eliminatoria.
Son dos equipos con una clara vocación ofensiva, por lo que tener el balón y mantener la solidez atrás es clave para decantar la balanza
La línea más vulnerable de los turcos es la defensa y ahí el Sevilla de Berizzo es dónde debe tratar de hacer daño, aunque el reto es llevar la iniciativa y ser efectivo en las ocasiones que se presenten. El duelo será complicado ya que el Basaksehir -en el último año- se ha hecho inexpugnable en su estadio, donde no pierde desde agosto de 2016 ante el Shakhtar Donetsk (1-2) en la Liga Europa. La crucial cita pues -olvidando favoritismos- requiere el máximo compromiso y al mejor Sevilla de las grandes ocasiones. Otro reto es vencer en territorio otomano a la tercera visita oficial, tras las dos derrotas en 1970 y 2007.
El cuadro sevillista ha de ir sin ambages a por el partido, reflejar con goles su iniciativa, sin olvidar que la eliminatoria dura 180 minutos y hay tiempo de sobra para desplegar todos sus argumentos. Estambul es el primer acto de un cruce apasionante. Este miércoles la pasión debe ser sevillista, con un cóctel que convine la humildad de los grandes y la ambición de los elegidos. Es una nueva cita con la historia.
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