El Ministr o del Interior, Juan Ignacio Zoido, quiso estar presente en el acto a través de una carta en la que destaca que el mariscal del área “ya era sevillista de leyenda, ahora también es dorsal de leyenda”
Juan Ignacio Zoido sorprendió al homenajeado en el IX Dorsal de Leyenda, Antonio Álvarez, con una misiva con la que quiso estar presente en un “reconocimiento merecidísimo al mariscal del área”. Ésta es la misiva que ha enviado el Ministro del Interior al IX Dorsal de Leyenda.
Querido Antonio, excelentísimo señor Mariscal del área:
No sabes lo que lamento no poder acompañarte en un día tan especial para ti, en el que el club al que le has entregado tu vida te tributa el merecidísimo reconocimiento de incluir tu nombre con toda justicia entre los dorsales de leyenda. Pero, al mismo tiempo, no te imaginas la satisfacción que supone para mi poder estar presente en este acto aunque sea a través de esta carta, por lo que agradezco enormemente la generosidad del presidente del Sevilla Fútbol Club, D.José Castro, de darme esta oportunidad.
“Hoy no se dirige a ti el ministro, ni siquiera el amigo, sino el sevillista al que tantas veces hiciste disfrutar”
Hoy no se dirige a ti el ministro, ni siquiera el amigo, sino el sevillista al que tantas veces hiciste disfrutar, tanto sobre el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán durante las 15 temporadas que defendiste el escudo del Sevilla, como en su cuerpo técnico descubriendo a futbolistas que luego triunfarían con esa misma camiseta, o en el banquillo, ya fuera como el segundo entrenador de aquel equipo que maravilló a España y a Europa o como el técnico al que vi levantar una Copa del Rey en el Camp Nou, con goles de Diego Capel y Jesús Navas, otros dos productos de la fértil cantera de la carretera de Utrera.
“El balón cosido a tu bota, la cabeza siempre levantada y la elegancia como virtud irrenunciable”
Si echo la vista atrás en mi memoria sevillista, puedo recitar algunas defensas de carrerilla: Blanco, Álvarez, Rivas y Sanjosé; Blanco, Álvarez, Rivas y Nimo; Nimo, Álvarez, Serna y Sanjosé o Grande, Álvarez, Serna y Jiménez. Y muchas otras combinaciones, pero siempre con un elemento común: Antonio Álvarez Giráldez, una muestra de tu grandeza como deportista y profesional.
Aún tengo una jugada grabada en mi retina. No recuerdo qué equipo visitaba el Sánchez-Pizjuán, ni el nombre del delantero que encaró al dorsal 5 del Sevilla Fútbol Club, pero jamás olvidaré como tú, después de que te hiciera un sombrero, lanzaste la pierna atrás, cortando la pelota con el tacón, para a continuación iniciar el ataque como sólo tú sabías hacer, el balón cosido a tu bota, la cabeza siempre levantada y la elegancia como virtud irrenunciable.
Ya eras sevillista de leyenda y ahora también eres dorsal de leyenda
Un abrazo Mariscal,
Juan Ignacio Zoido Álvarez,
Ministro
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