Ayer jueves 12 de septiembre a las 20:00 horas, se celebró en el edificio del primer equipo de la Ciudad Deportiva «José Ramón Cisneros Palacios» el encuentro entre el presidente del Sevilla FC y los representantes de las peñas sevillistas.

Organizado por la Federación de Peñas Sevillistas «San Fernando», el acto cumplió con su objetivo, que no era otro que el poder trasladar al presidente de manera directa lo que considerasen oportuno los representantes de las peñas. El resultado fue unánime: desacuerdo con la gestión de la entidad en los últimos años, preocupación por la situación institucional, económica, deportiva y social del club y, en consecuencia, el hartazgo generalizado finalizando con la petición de la dimisión al presidente.

El presidente del Sevilla FC no renunció a su cargo, argumentando que lleva tan solo ocho meses al frente de la entidad y que tiene un proyecto a largo plazo. Sin embargo, este discurso reiterativo no logró satisfacer las inquietudes de los asistentes, quienes señalaron que, aunque su mandato como presidente es reciente, ha sido parte importante del consejo de administración durante los últimos años de crisis y por tanto, responsable directo de la situación actual del club.

A lo largo del encuentro, el ambiente se fue intensificando a medida que los peñistas expresaban sus inquietudes, llegando a pedir al presidente que dejara de «mentir al sevillismo». En su defensa, José María del Nido Carrasco se amparó en cláusulas de confidencialidad y protección de datos para evitar responder a algunas de las preguntas.

El sevillismo de base, representado en esta reunión, mostró su preocupación por una gestión que ha visto pasar a seis entrenadores en dos temporadas, además de acumular pérdidas económicas durante varios años, sin que nadie en el consejo de administración ni en la parcela deportiva asuma la responsabilidad. En cualquier empresa o sociedad mercantil que maneje decenas de millones en su presupuesto, sería impensable mantener un consejo que genera pérdidas multimillonarias año tras año.

Entre los temas más discutidos, también se mencionó la sospecha de que altos cargos del club podrían estar ocupados por personas con supuestas simpatías por el otro equipo de la ciudad, los elevados salarios del consejo y los gastos asociados a la seguridad y chófer del presidente.

Desde la Federación de Peñas y sus peñas agrupadas se hizo ver que, además de la crisis institucional, económica y deportiva que atraviesa el club, están provocando también una crisis social: el Consejo va por un lado y la afición va por otro. Pese a que la fractura social es evidente, no se tomó ninguna decisión que pudiera acercar el club a las Peñas o al conjunto del sevillismo

Asimismo, los presentes solicitaron que el club tuviera un gesto en los eventos con fines sociales: abonos infantiles para peñas, asistencia de jugadores en los actos o mayor implicación en el torneo solidario organizado por la Federación de Peñas, exigiendo que no se cobren los gastos de la ciudad deportiva para este tipo de actividades sociales, como sí sucede en la actualidad. El presidente no se comprometió a ninguna de esas peticiones más allá de proceder a estudiarlas en un futuro.

El acto concluyó pasadas las 22:00 horas y los asistentes se marcharon con la misma sensación de descontento con la que llegaron. Ninguna de las peñas presentes mostró apoyo al consejo actual, y el sevillismo, agotado por estas situaciones, no parece dispuesto a cesar en su empeño de lograr un cambio en la gestión del club, en un horizonte que solo vislumbra mayores dificultades.

La Federación de Peñas Sevillistas «San Fernando», en permanente contacto con las mismas, mientras persista la actual situación, seguirá promoviendo y liderando las acciones de protesta que sus asociadas demanden, como no podría ser de otra manera, contra el actual consejo de administración y siempre en defensa del Sevilla Fútbol Club.

¡VIVA EL SEVILLA!