A partir de ahí, leyó el discurso que había preparado: «Hoy es un día difícil para mí y para mi familia. Después de seis temporadas y media ha llegado el momento de marcharme. Dejo la que considero mi casa, mi familia, y pongo rumbo otro país para seguir disfrutando del fútbol, pero no sin antes agradecer y recordar todo lo que he vivido aquí. Es imposible expresar lo que siento cada vez que pienso que dejo de vestir esta camiseta. Aquí he vivido momentos únicos e irrepetibles. Nunca olvidaré mi debut, esas conquistas europeas que han puesto al club en el lugar al que pertenece. Las cosas malas también las he superado porque en este club nadie se rinde. Tengo claro que aquí he vivido mis mejores años como futbolista«.
Continuó el zaguero con el capítulo de agradecimientos: «Quiero dar las gracias a Monchi por permitirme jugar aquí, confiar en mí y permitirme vivir este sueño. Al presidente por el trato y el apoyo incondicional. A la familia Del Nido por transmitirme la pasión y los valores sevillistas. No me olvido de toda la directiva y la gente del club. Agradecimiento para todos mis entrenadores desde Unai a Lopetegui por hacerme crecer y confiar en mí. A mis compañeros por aguantarme todo este tiempo, hacerme mejor futbolista y mejor persona. Por las batallas que hemos librado con esa unión que nos hará llegar a la gloria otra vez. Al cuerpo médico y a los utilleros, por todo lo que nos dais. A mis amigos Dani y Martagón por la disponibilidad y el cariño. A la prensa por vuestro trato y respeto, a Jesús Gómez y todo su equipo».
Lógicamente se detuvo en el sevillismo: «Gracias a la afición por el respeto y el cariño, porque siempre vi reconocidos mi dedicación y esfuerzo. Sin vosotros nada habría sido posible. Os pido que sigáis animando y en este último tramo confiad en que hay equipo para grandes conquistas. Por último, gracias a mi mujer y mis hijos sevillanos, que han estado a mi lado en los momentos buenos y sobre todo en los malos. Aquí he conseguido títulos y reconocimiento futbolístico, pero nada es comparable a sentir que la gente te quiere y te desea lo mejor. Ha sido un orgullo vestir estos colores y este escudo. Llevaré al Sevilla y a Sevilla en mi corazón. Me voy como uno más de vosotros porque no nací sevillista, pero moriré sevillista«.
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