Entrando ya en lo que es la vida de un portero y tras recordar el momento de la despedida de Amparo, en el que dice que nadie le creyó sobre el momento de su retirada, indicó que «ser portero es una filosofía de vida. Es algo diferente y estoy enamorada de la portería, siempre digo que si volviese a nacer sería portera, porque todo lo que da la portería es muy bueno. Es un puesto muy solitario, tienes que estar muy fuerte mentalmente, te achacan muchas cosas, somos los grandes olvidados de los partidos a no ser que sea un buen partido para ti. Soy zurda, empecé jugando por la izquierda y tras una lesión de una portera me enamoré y me qudé. La portería del Sevilla…es un orgullo haber defendido el escudo como portera y en la etapa de ahora como entrenadora de porteras».
«Es un orgullo haber defendido el escudo del Sevilla como portera y también ahora, disfrutando con las pequeñas»
De los partidos como jugadora, recuerda con especial cariño el partido en Oiartzun del penúltimo ascenso dentro de otros tantos momentos: «Me saltó un recordatorio hace días de un partido de la liguilla de ascenso en Oiartzun y creo que ese partido fue de los más bonitos para mí como futbolista y por lo que se vivió. Cuando quedamos segundas, a un gol, fue una temporada algo complicada y ya también como jugadora en las que hay rachas que no son para ti habiendo jugadoras mejor…es complicado vivirlo, pero es enriquecedor porque hace que saques lo mejor de ti».
Seguidamente recordó su etapa al frente de la coordinación del proyecto, culminado con un sufrido partido en Canarias: «Empecé con la coordinación y con los entrenamientos de portera, cambiando los guantes y las botas por un poquito de despacho y manejar todo. Yo soy más de guantes, botas y césped, es una cosa muy diferente ya que se disfruta mucho más el contacto con las jugadoras, de cómo se sienten, del olor del césped…la coordinación fue bastante complicada, pero se superó, se trabajó y las jugadoras y el cuerpo técnico hicieron que todo eso se hiciera realidad con el ascenso. Vivirlo desde la grada fue horrible, el presidente estaba con nosotros y fue para vivirlo y recordarlo, pero la recompensa está en que el Sevilla está en primera«.
«Las porteras que vienen darán de qué hablar por su entrega y porque principalmente aman la portería»
Relacionando todo aquello con la actualidad, Inés Herrera se congratuló del momento que vive el fútbol femenino en sevillista en estos momentos, con el equipo consolidado en la máxima categoría tras varios años sumando permanencias: «Esos cimientos de aquellos años se ven reflejados ahora. Como está ahora mismo el Sevilla es un orgullo ver la solidez que tiene en Primera División«.
Para cerrar, no quiso olvidar a sus pequeñas porteras, las que asegura le dan vida cuando finaliza otros quehaceres diarios: «Se me olvida todo con ellas. Salgo del trabajo y ya pienso en disfrutar con ellas y vivir cosas para que ellas disfruten también. Trabajar con todas las porteras de cantera es un privilegio, su entrega es una satisfacción. Lo que viene por detrás es importante y dará que hablar por la entrega, el trabajo, el sacrificio y porque aman la portería, algo que para mí está por encima de todo y eso es un punto a favor. Soy de hablar con ellas porque cada una tenemos nuestros días e intentamos bromear si hay días retorcidos. Siempre me gusta hablar del privilegio que tienen al estar en un club como en el que están, con unas buenas instalaciones y una estructura en portería que es muy importante. También les digo que el aprendizaje de dentro en el Sevilla les va a valer para la vida».
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