En esta línea, continúo su discurso afrontando el futuro próximo con la ambición que caracteriza al sevillismo: “El fútbol no para, pero los sevillistas paramos menos aún, de modo que nosotros como dirigentes tenemos el reto de mirar una nueva campaña al frente con entusiasmo y autoexigiéndonos incluso más allá de nuestras posibilidades presupuestarias. Tenemos que poner, y vaya si lo vamos a hacer, todo nuestro ímpetu para hacer un equipo competitivo que vuelva a pelear arriba y que esté a la altura de las expectativas de nuestra afición. Por lo pronto ya ha vuelto al Sánchez-Pizjuán la magia de Éver Banega”.
“Tenemos el reto de autoexigirnos más allá de nuestras posibilidades presupuestarias”
Esa ambición no sólo atañe al rendimiento deportivo, sino que Castro también la hace extensible a la masa social del Club: “Ése es nuestro reto y para ello volvemos a pedir una temporada más el apoyo de nuestros abonados, renovando su carnet y contribuyendo a que cada partido el Ramón Sánchez-Pizjuán sea una fiesta que empuje a nuestro equipo hacia los triunfos. En la 15/16 pasamos de 34.057 abonados a 37.648, en la 16/17 de 37.648 a 39.218… Esta campaña también queremos ser ambiciosos en este aspecto y dar juntos un paso más”.
Por último, insistió en uno de los pilares fundamentales en el crecimiento del Sevilla FC: “Ojalá lo consigamos… Siempre aceptando la exigencia y la presión del sevillismo que, sin duda, es una de las grandes claves del éxito de nuestro Sevilla FC en el presente siglo”.
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