El acto se abrió de la manera más hermosa posible, con el germen del sevillismo en estado puro: los niños, cantando, recitando, de manera angelical los acordes del himno oficial del Sevilla FC. El presidente José Castro y el consejero Faustino Valdés, junto con el presidente de la Federación de Peñas San Fernando, Carlos Jiménez, vieron desde la primera fila y con una enorme sonrisa imposible de contener, las excelencias del coro compuesto por Paqui Millán, el cual también puso el broche final cantando por el Arrebato el Himno del Centenario. A continuación, Germán Mora, presentador del acto, dio paso tras sus palabras a Rafael Mejías Esteban, magnífico orador encargado de glosar las memorias de la peña desde sus inicios hasta la actualidad, con la autoridad que otorga además ser hijo de socio fundador. “Momentos de pelos punta, desde los pies hasta la cabeza”, como reconoció el presidente Castro al referirse al clímax del pregón. La sonora ovación desembocó en un montaje audiovisual que corrió a cargo de Joaquín Frías, restaurador y conservador de arte.

Después de unos momentos tan sentimentales como distendidos, tuvieron lugar las intervenciones de Carlos Jiménez, del propio presidente de la Peña Sevillista Macarena, Paco Romero y, como colofón, de un entregado José Castro, quien mostró una especial sensibilidad y admiración por lo vivido durante esta noche de éxtasis sevillista macareno. Para finalizar, entrega de regalos e imposición del escudo de oro de la peña a un José Castro que si bien no pudo ayudar a la construcción del Ramón Sánchez Pizjuán, porque precisamente nació en ese mismo año 58, sí aseguró que están trabajando efusivamente en la remodelación del estadio para que sea la “Bombenera soñada por todos los sevillistas”. No pudo faltar el momento de disfrutar de una buena copa de vino para celebrarlo. En este caso, en la propia sede de la peña. Instantes para el recuerdo de los que ya no están y para brindar por otros  60 años llenos de sentimiento y corazón sevillista, el verdadero motor de todo.