Dentro del contexto inicial, Julen habló de su cambio de rol futbolístico, que llegó de forma inmediata en el Rayo Vallecano: «La profesión de jugador te da los momentos más felices porque tu única responsabilidad es jugar al fútbol. Es más individual, tiene también sus responsabilidades y más hoy en día, pero la de entrenador es una profesión totalmente diferente. Cuando te quitas de verdad la camiseta, porque yo empecé entrenando a mis compañeros, vas entendiendo que es algo distinto».
Ya centrado en el banquillo nervionense, se refirió a su buena adaptación al club y a la ciudad: «Me encuentro muy feliz a todos los niveles. Motivado y responsabilizado porque lleguemos a los objetivos, porque sé la ilusión y el trabajo que hay detrás. Tenemos la ilusión de hacer un gran año y tenemos un día a día sencillo en el club, que es grande pero muy ágil. Se dice rápido pero no es sencillo, por lo que seguro hay una organización muy buena detrás. Estamos muy contentos en el día a día y eso es importante también a nivel familiar. Mi mujer y mi hija pequeña están encantadísimas. Me dicen que lo más difícil será salir de Sevilla».
«Mi mujer y mi hija me dicen que lo más difícil ahora será salir de Sevilla»
El técnico dejó claro sus razones para aceptar este reto: «Me apetecía venir aquí porque habitualmente se usa mucho la palabra proyecto pero se desarrolla poco, porque estamos condicionados al corto plazo. Pero Monchi tenía una idea, sabía lo que quería y a partir de lo que me transmitió y lo que yo le dije que quería hacer, de alguna manera congeniamos en objetivos y sentimientos e iniciamos un camino juntos. Además, yo siempre he iniciado mis proyectos con toda la ambición. Pero cuando te metes en la dinámica sevillista, a uno se le pone la piel de gallina. Eso es vivir las cosas al 100% y así lo vamos a hacer«.
Era algo que y sabía de antemano, pero el vasco volvió a reconocerle su sitio a la afición: «Es fundamental y decisiva. En partidos muy ajustados donde hay complicaciones, no es casualidad. Esa reacción positiva del pública que empuja en los momentos de duda, ayuda a ganar partidos. En momentos de problemas futbolísticos, esa energía del campo que te lleva en volandas y te da energía, hace que al rival le afecte negativamente. Estoy convencido y en ese aspecto la afición del Sevilla es muy generosa. Pero que sean conscientes de que tienen esa parte de responsabilidad».
«Me apetecía venir aquí porque normalmente se suele usar mucho la palabra proyecto, pero se desarrolla muy poco»
En cuanto a la tan repetida pregunta sobre el balance de la temporada, este vez fue más explícito: «Me da pánico hacer cómputos parciales y los que me sufren en las ruedas de prensa, lo saben. Yo le digo a los jugadores que estamos en el buen camino pero que siempre hay que mejorar. Lo hecho ya no sirve y el fútbol de competición es así. Los balances son al final, pero te puedo decir que el equipo trabaja bien, acepta los planes de juego, los quiere llevar a cabo y tiene pasión. Tienen esa hambre, pero en el fútbol no te paras para mirar atrás, sería un error por nuestra parte. Hay que mejorar aspectos porque los rivales nos conocen cada vez mejor y tenemos trabajo, claro».
En una pregunta muy directa en lo individual, Lopetegui fue muy claro: «Mi reto personal es hacer mucho ruido y del bueno. Hacer una muy buena campaña y tratar que el equipo tenga un reconocimiento y subirme al reconocimiento que tiene el club. Para eso hay que tener una identidad, potenciar jugadores y tratar de conseguir cosas difíciles. Además, dio su visión de la salida de Dabbur: «Munas, antes del partido del Mallorca, transmitió que se quería ir y hubo una oferta por él en el momento en el que más opciones podía tener de entrar en el equipo. Le deseamos toda la suerte porque es un buen chico y un buen jugador». Además, pasó de puntillas el tema del mercado: «Monchi sabe lo que pienso y viceversa. Yo no voy a estar públicamente hablando, respeto lo que haga el club y el club sabe lo que tiene que hacer«.
«Dabbur transmitió que quería irse antes del partido en Mallorca y cuando más opciones podía tener de entrar en el equipo»
Además, reconoció que le gusta la nueva Copa del Rey, pero con matices: «Me gusta, pero creo que deberían darse una serie de requisitos mínimos. Jugar a partido único me parece perfecto, da ese sentimiento copero, pero habría que ser rigurosos con las condiciones de juego, con las dimensiones y las calidades. Si no caben todos, no caben todos. Si a Nadal le pones una pista de pádel, juega al pádel, no al tenis. Eso hay que cuidarlo mucho, aunque el formato me gusta».Además, dejó clara la importancia de la motivación el domingo: «Tenemos respeto, no miedo. El fútbol, en un contexto determinado, reduce las distancias entre los equipos. El Málaga no pierde allí 2-0 sin tirar a puerta por casualidad. Hay que prepararse para ese contexto porque o ganas, o no sigues. Hay un formato en el que ha habido sorpresas y las habrá. Hay que iluisionarse con competir en este contexto, que no será el mejor, pero es el que es».
Tras el momento más personal de la entrevista, reconoció que no le resulta fácil compaginar su labor personal con la profesional: «Cuando tú sales de casa te pones el traje. Eres entrenador y ese es el personaje que tienes que interpretar y el que te gusta. Eso no quita que dejes de ser persona, pero es normal. Yo soy así es cierto que mis amigos me dicen que parezco muy sieso. Quizás sea una careta que uno se pone porque el periodista tiene un objetivo y el mío es otro. Yo trato de dar la imagen que creo que más me va a ayudar. A veces uno tiene ganas de decir cosas pero valoro qué le puede dar o quitar al equipo. La línea es muy delgada y quizás no tenga la habilidad para mezclar ambas facetas».
«La de las ruedas de prensa quizás sea una careta que uno se pone. El periodista tiene un objetivo y tú otro»
Para concluir, se refirió al papel de los escalafones inferiores: «Para mí la cantera es importantísima y aquí más, donde siempre se ha sido prolífico en talento. También es verdad que va por momentos y nosotros tenemos jugadores que han salido de la cantera y que seguro vayan a tener ahora más protagonismo. Vienen en dos o tres años unos jugadores muy interesantes. Todavía están por cocer, porque hay jugadores con 16 y 17 años en el filial, pero necesitan esa experiencia. No creo que la cantera deje de dar buenos jugadores».
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