Ramón reconoce que en casa el proceso se ha ido viviendo «con mucha naturalidad, pero cuando llegas al filial sabes que la oportunidad puede llegar en cualquier momento y ya lo ves de otra forma». Para Javi, a quien le quedan aún muchos pasos que dar, sólo le salen palabras de agradecimiento: «La confianza que me dio el míster es primordial para sentirte cómodo y mostrarte tal y como eres. Agradezco a mi familia que viniera, porque lo que viví es una experiencia única«.

Reconocido admirador de Jesús Navas, por lo que supone su figura para cualquier canterano y también por coincidencia de roles -aunque él juega por la banda izquierda- Javi Vázquez recalcó también el compañerismo en el vestuario: «Al principio llegas tímido porque no sabes cómo van a reaccionar, pero poco a poco se me fueron acercando para hablar conmigo y se ve que son gente muy normal». Un día inolvidable que no quita que el joven carrilero sepa bien que su día a día sigue estando en el filial, aunque el orgullo de su padre no se pueda esconder: «Llevo más de 30 años en el club y el Sevilla forma parte de más de la mitad de mi vida. Todo eso hace que esto lo viva con más intensidad. No quiero perderme nada, porque son momentos muy importantes para Javier».