Rico es uno de los abanderados de la cantera dentro del vestuario, pero ahora tiene como aliado a Jesús Navas: «Es muy curioso, porque cuando yo tenía 16 años y empecé a entrenar con el primer equipo, ya estaba Jesús. Luego se fue y ahora estamos de nuevo juntos. Es curioso recordar que cuando yo era un crío entrenaba con él y que ahora seamos compañeros de la primera plantilla. Los dos somos canteranos y ayudaremos a la hora de transmitir ese sentimiento de club y ese sevillismo que tenemos dentro».
Para finalizar, el de Montequinto quiso agradecer al club que tras tantos años, siga manteniendo su confianza en él: «Es una satisfacción increíble. Es difícil de explicar que quien te ha criado todos estos años, siga teniendo ese interés de seguir formándote y hacerte progresar. Es un orgullo y se lo agradezco de corazón al club».
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