El otro día compré una malla de mejillones y se me ocurrió sobre la marcha hacerlos de varias maneras y lo comparto con vosotros.
Limpiamos bien los mejillones, les quitamos todos los pelos o como lo llamemos y los lavamos, los vamos poniendo en una cacerola y le echamos un poco de agua sin que llegue a cubrirlos y le ponemos una hoja de laurel. 
Los ponemos a hervir hasta que veamos que están todos abiertos.
Los escurrimos bien tirando todo el agua y vamos quitando la parte vacía de la concha.
En primer lugar aparté unos cuantos para hacerlos con limón.
Otros cuantos los apartamos para hacerlos con un aliñito de cebolleta, pimiento y tomate todo muy pequeño cortado, se aliña con aceite, vinagre y sal y vamos rellenando las conchas de los mejillones con este aliño.
Luego a parte otros pocos para hacerlos rellenos. Cogí los mejillones más pequeños, los saqué de su concha y reservé las conchas para luego rellenarlas.
En un bol pica los mejillones y los reservas. En una sartén pones un poco de aceite y fríes un poco los pimientos, un diente de ajo y un poco de cebolleta.
Lo rehogas todo muy bien y a continuación echas los mejillones, les das unas vueltas y haces una bechamel agregándole un poco de leche  harina y media pastilla de caldo. Una vez que has hecho la bechamel vas rellenando las conchas de mejillones y la dejas que se enfríen, una vez frías las empanas y las fríes y están riquísimas. Debes comerlo bien calentito.
Como me sobró masa, hice unas croquetas con ella, que por cierto nunca las había hecho de este modo y salieron riquísimas. 
¿Has visto? Cuatro maneras de comer mejillones. Esto es ideal para ponerlo en aperitivos porque lo preparas con antelación y solo a la hora de comer se fríen las croquetas y los mejillones rellenos. Puedes freírlos en la freidora y te resultará más cómodo y limpio.